Habitar el cambio: una danza con nuestras emociones
- Fernanda Ossandón
- hace 22 horas
- 7 Min. de lectura
Actualizado: hace 13 horas
Este último tiempo, he estado habitando muchos cambios, fui mamá por primera vez, me cambié de país, de casa, comencé a estudiar psicología como carrera universitaria. Todo esto me ha llevado a explorar nuevas formas de ser, de estar, de vincularme con mi entorno y mis relaciones. Y aunque no quiero centrarme en mi experiencia personal, sí me inspira compartir esta reflexión: ¿cómo me sostengo emocionalmente en los procesos de cambio? ¿me dejo sostener por mis emociones? ¿cómo me estoy viviendo cada transición?.
La vida es cambio constante, sin embargo, pocas veces nos detenemos a mirar lo que eso implica relamente. Solemos exigirnos adaptarnos rápido, resolver, organizarnos. Pero… ¿qué pasa con nosotros en ese proceso? ¿estamos siendo protagonistas conscientes de los movimientos internos que nos habitan mientras todo cambia?.

"Nadie se baña en el río dos veces porque todo cambia en el río y en el que se baña." -Heráclito
Somos seres en movimiento, por lo tanto estamos siempre habitando procesos de cambio. Es por eso que en esta nota quiero reflexionar sobre nuestra capacidad de adaptarnos, de abrirnos a lo nuevo, de cómo vivimos los procesos y sobre todo, de cultivar una relación más consciente con nuestras emociones, para atravesar las transformaciones desde una mirada más presente y auténtica, y así que cada experiencia sea una piedra que nos pueda sostener en una próxima.
Somos seres emocionales que razonan
Solemos creer que para adaptarnos a los cambios basta con pensarlos, entenderlos, planificarlos o incluso solo esperar a que pasen rápido. Pero lo cierto es que no somos seres racionales que a veces sienten, somos seres emocionales que razonan, y desde ahí es clave fortalecer nuestro mundo emocional y ocuparlo como brújula en estos momentos.
Cada proceso de cambio nos desafía emocionalmente. Aparecen sensaciones de esperanza, de miedo, de ansiedad, de culpa, o de entusiasmo, pero cuando no conocemos lo que sentimos, y no sabemos ponerle nombre o escuchar el mensaje de cada emoción que aparece, el camino se vuelve más confuso y solitario.
Siguiendo la propuesta de la autora e investigadora Karla McLaren, cada emoción trae sabiduría acerca de nuestro mundo interior, estas vienen a orientarnos, no a desestabilizarnos para perdernos, sino que quizás a desestabilizamos para recobrar el equilibrio y adaptarnos al nuevo escenario.
🌀 El miedo es una emoción orientadora, esta nos protege, nos invita a prepararnos y a estar atentos. En el cambio, puede ser nuestro guardián interno.
💧 La tristeza tiene la función de ayudarnos a soltar, a cerrar ciclos, a crear espacio interior para lo nuevo. Nos permite honrar lo perdido y abrirnos a otras formas de estar.
🔥 La rabia cuando se escucha con conciencia, no destruye, delimita. Nos muestra cuándo algo es injusto o cuándo nuestras necesidades no están siendo vistas. Es una energía que protege nuestra integridad.
🌟 El entusiasmo es la emoción que nos impulsa hacia lo nuevo. Nos conecta con el deseo, con la posibilidad, con la energía vital para emprender un nuevo camino. Nos muestra lo que nos importa, lo que nos moviliza desde el corazón.
💫 La ansiedad, es una emoción social anticipatoria, que nos prepara para el futuro y para los posibles desafíos. Puede sentirse abrumante, pero cuando no es desbordante y la escuchamos con atención, puede ayudarnos a planificar y a tomar decisiones alineadas con nuestros valores.
🌱 La esperanza es la capacidad emocional de sostener la posibilidad. Nos impulsa en avanzar cuando el terreno aún es incierto, como dice mi querida Psicóloga @explorandonarrativas, la esperanza es una gran aliada cuando aparece la ansiedad.
Identificar nuestras emociones, comprenderlas y aprender a gestionarlas es todo lo contrario a controlarlas y evitarlas, es cultivar la capacidad de escucharlas como parte de nuestra sabiduría interna, para así transitar los cambios con mayor claridad, sostén y coherencia.
¿Cuántos cambios has habitado sin notarlo?
Muchas veces transitamos cambios sin reconocerlos, intentamos resolver, avanzar, pero incluso aquellos más deseados —un nuevo trabajo, una mudanza, un nacimiento—, tienen un impacto emocional.
Una herramienta que puede ayudarnos a visibilizar esto es la Escala de Reajuste Social de Holmes y Rahe, que enumera eventos vitales asociados a mayor o menor estrés. Cada situación tiene una puntuación, y si bien ha sido criticada por su enfoque occidental, su linealidad y falta de perspectiva emocional o con textual, es importante saber que fue creada en 1967, y mi finalidad de compartirla acá es que nos ayude a visualizar cada momento de cambio en nuestra vida para hacernos cargo de cada proceso vivido.
Y aunque la tabla sugiere que más de 200 puntos indican riesgo de estrés o síntomas psicosomáticos, más allá de los números, la invitación es a mirar tu propia historia con empatía. No se trata de cuánto pesa un cambio, sino de cuánto nos moviliza por dentro, es algo muy personal que depende del momento de vida, y contexto en el sucede.
Escala de Reajuste Social de Holmes y Rahe
Evento | UCV |
Muerte del cónyuge | 100 |
Divorcio | 73 |
Separación | 65 |
Privación de la libertad | 63 |
Muerte de un familiar próximo | 63 |
Enfermedad o incapacidad, graves | 53 |
Matrimonio | 50 |
Perder el empleo | 47 |
Reconciliación de la pareja | 45 |
Jubilación | 45 |
Enfermedad de un pariente cercano | 44 |
Embarazo | 40 |
Problemas sexuales | 39 |
Llegada de un nuevo miembro a la familia | 39 |
Cambios importantes en el trabajo | 39 |
Cambios importantes a nivel económico | 38 |
Muerte de un amigo íntimo | 37 |
Cambiar de empleo | 36 |
Discusiones con la pareja (cambio significativo) | 35 |
Pedir una hipoteca de alto valor | 31 |
Hacer efectivo un préstamo | 30 |
Cambio de responsabilidades en el trabajo | 29 |
Un hijo/a abandona el hogar | 29 |
Problemas con la ley | 29 |
Logros personales excepcionales | 28 |
La pareja comienza o deja de trabajar | 26 |
Se inicia o se termina el ciclo de escolarización | 26 |
Cambios importantes en las condiciones de vida | 25 |
Cambio en los hábitos personales | 24 |
Problemas con el jefe | 23 |
Cambio en el horario o condiciones de trabajo | 20 |
Cambio de residencia | 20 |
Cambio a una escuela nueva | 20 |
Cambio en la forma o frecuencia de las diversiones | 19 |
Cambio en la frecuencia de las actividades religiosas | 19 |
Cambio en las actividades sociales | 18 |
Pedir una hipoteca o préstamo menor | 17 |
Cambios en los hábitos del sueño | 16 |
Cambios en el número de reuniones familiares | 15 |
Cambio en los hábitos alimentarios | 15 |
Vacaciones | 15 |
Navidades | 12 |
Infracciones menores de la ley | 11 |
Te invito a darte un momento y hacer tu propia lista de cambios recientes, puedes anotarlos y contar los puntos o no, da igual cuanto sumen, lo importante es que honres cada proceso, y que por más pequeño que parezca puede estar movilizando mucho internamente. Ponerlo en palabras, visibilizarlo, es un gran trabajo de aprendizaje personal y emocional.
Los duelos que habitan en el cambio
Todo cambio también implica una pérdida, dejamos atrás una etapa, un rol, una rutina o incluso una versión de nosotros mismos, es un tránsito emocional profundo, que necesita tiempo y cuidado.
Duelamos lo que ya no es, lo que ya no somos, lo que se transformó. Muchas veces, ese proceso se vive en silencio, mientras el mundo sigue su curso. Al principio, quizás hay contención —tras una pérdida, una mudanza, una separación—, pero luego la vida continúa y sentimos que nadie nota lo que estamos atravesando.
Nombrar ese duelo silencioso es un acto de cuidado hacia uno mismo. Validar que ese movimiento interno existe, aunque sea invisible para los demás, nos ayuda a sostenernos.
Nuestro ritmo interno no camina al ritmo del reloj externo; lleva su propio pulso, íntimo, profundo y silencioso.
La incertidumbre como terreno fértil y la ansiedad como aliada
Una de las vivencias más desafiantes del cambio —y de la vida misma— es la incertidumbre. En un mundo donde se valora la certidumbre y el control, no saber qué va a pasar y habitar espacios donde aún no hay respuestas… genera mucha ansiedad. Pero, ¿si en lugar de verlo como un vacío amenazante, lo pensáramos como un terreno fértil?.
Como mencionaba más arriba, la ansiedad no es nuestra enemiga, es una emoción que nos ayuda a planificarnos, nos da energía anticipadora para responder a lo desconocido. Sin embargo cuando no le damos el espacio, nos sobrepasa, y nos perdemos de su sabiduría. El trabajar de la mano con nuestra ansiedad puede ayudarnos a tomar decisiones informadas, cuidar de nosotros y planear escenarios posibles con más claridad.
Por lo que, te invito a mirar la incertidumbre como un campo sin sembrar, donde podemos imaginar, rediseñar, ensayar nuevas formas. Cambiar la mirada no elimina la incomodidad, pero nos permite relacionarnos con ella desde la oportunidad y creatividad. Puede ser un lugar en el que confiar en nosotros y en nuestras emociones sea una forma de anclaje emocional.
Estrategias para acompañar tus emociones en el cambio
Habitar el cambio desde una conciencia emocional implica también cultivar prácticas que nos sostengan. Aquí algunas estrategias que pueden ayudarte fortalecer tu mundo emocional para momentos de cambio:
🌬️ Respira y regula:
La respiración consciente puede ayudarte a calmar el sistema nervioso. Respirar profundo es una forma de volver a ti cuando sientas que todo se mueve demasiado rápido.
📖 Pon en palabras lo que sientes:
Escribir, hablar, dibujar. Cualquier forma de expresión puede ser una vía para nombrar eso que a veces no sabemos cómo sostener. Lo que se nombra, se transforma.
🤲 Practica la autocompasión:
Permítete no tener todas las respuestas. No estás fallando si te cuesta. Háblate como lo harías con alguien que quieres.
🌀 Observa tus emociones sin juicio:
No trates de cambiar lo que sientes, escúchalo ¿qué mensaje hay detrás del miedo, la rabia, la tristeza? Seamos testigos amorosos de nuestras emociones, algo nos quieren decir.
🌿 Crea espacios de cuidado:
Pequeños rituales de autocuidado —caminar, tomar un té, meditar, juntarte con amigos, estar en silencio— pueden ayudarte a reconectar contigo mismo.
💬 Busca acompañamiento si lo necesitas:
Somos seres sociales. Un espacio terapéutico, un grupo, una amiga que escuche sin juzgar, pueden ser faros en medio del movimiento.
Habitar el cambio con presencia implica reconocer que cada emoción tiene algo para mostrarnos, que sentir miedo ante lo nuevo es natural, que la tristeza no es de "sensibles", sino que viene para decirnos que algo importante cambió.
Muchas veces, en vez de acompañarnos con suavidad, nos exigimos estar bien como si hubiera una forma correcta de transitar los cambios, pero no la hay. Cada quien tiene su ritmo, sus recursos, y su propia historia. Y en ese camino, escucharnos emocionalmente es un acto de respeto y cuidado profundo.
Y tú ¿qué cambios estás habitando hoy? ¿cuáles no te has dado el espacio de habitar? ¿te dejarás sostener por tu mundo emocional?
Con cariño
F
IMPORTANTE:
Si tienes una sensación de emocionalidad desbordada y de alta intensidad, o algo que te impide realizar tu vida de manera “normal”, por favor pide ayuda y visita a un Psicólogo, si quieres que te recomiende alguno no dudes en escribirme a almasendanza@gmail.com.
Referencias:
McLaren, Karla. The Language of Emotions: What Your Feelings Are Trying to Tell You. Sounds True, 2010.
Holmes, T. H., & Rahe, R. H. (1967). The Social Readjustment Rating Scale. Journal of Psychosomatic Research.
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